Sin haber analizado a profundidad el último Alertbox, creo que hay que tomar con cautela tanto los buenos consejos y lo que podríamos llamar el «sentido común» de Nielsen, como sus puntos negros.
- Los consejos del tipo van enfocados hacia sitios corporativos de negocios, no hacia sitios de diseñadores visuales ni amateurs.
- Navegar sería aburridísimo en la web soñada por Nielsen. Sin embargo, sería rapidísima y facilísima de usar. Sería como cuando se busca algo en Google o Hotbot y aparece en la primera posición y es exactamente lo que uno está buscando. No sería como entrar a Altavista y ver setecientos links que no interesan.
- Nielsen es como algunas materias escolares: yo no recuerdo haber utilizado jamás la geometría euclidiana o la química orgánica en mi vida práctica. Sin embargo, hay que conocerlas para poder entender otras cuestiones.
- En el caso de las teorías acertadas de Jakob Nielsen, precisamente por su simplicidad, por ser parte de este «sentido común» prácticamente todos terminamos descubriéndolas al sufrirlas en carne propia. Sin embargo, sería interesante que Nielsen fuera una materia obligada en algunos casos con graves errores de diseño (todo el sitio está hecho con gráficas. No hay un solo párrafo de texto. El formulario no envía los datos a una dirección real). Por casos como el anterior, hay empresas que piensan que Internet no funciona para hacer negocio.
Ojalá que los artículos de Nielsen ya no tuvieran vigencia. Eso, al menos en nuestro caso, significaría una tremenda facilidad para realizar las continuas investigaciones que hacemos, y seguramente nos traería más clientes y proyectos con mayores niveles de inversión.
Pero no es así. Mientras sigan surgiendo portales todos los días, mientras muchos corporativos sigan pareciéndose a las parodias de Enormicon, mientras se siga escribiendo en la web con una redacción pésima tomada directamente de folletos y mensajes de marketing, sitios com useit y sus famosos Top ten mistakes seguirán teniendo vigencia.