La naturaleza se asegura de que seamos diferentes al nacer y no contenta con eso, ha diseñado un sistema complejo de retroalimentación y forja de la personalidad para asegurarse de que lleguemos a ser todavía más diferentes. Su deseo es que persigamos nuestras fortalezas y las fortalezcamos todavía más.
¿Porqué fuimos diseñados así? Por la misma razón por la cual la naturaleza nos dio un sistema inmune adaptivo y pulgares opuestos a los demás dedos: porque de esa manera podemos ser más competitivos. Si descubrimos nuestras ventajas naturales y buscamos luego los nichos desocupados donde poder aprovechar esas ventajas, tendremos mayor oportunidad de prosperar, bien sea como parte de un grupo de cazadores y recolectores o de un equipo de trabajadores. La especialización es la estrategia de la cual se vale la naturaleza para triunfar.
La “potencia del rayo láser” es una prueba de esto: concentra su energía de tal manera que es capaz de atravesar un muro o ir a la luna, reflejarse y volver sin perder intensidad… pero se está viendo que, en cuestiones de negocios, esta visión especializada está creando más dificultades que ventajas porque la crisis (global) está creando modelos de producción e intercambio basados en la cooperación para la los que se necesitan visiones holísticas de los problemas y sus soluciones, conocimientos amplios y flexibles y habilidades más generales que superan la especialización a ultranza… vivimos en un mundo donde los vínculos son más importantes que los individuos y lo mismo se aplica al conocimiento y las capacidades para actuar. Lo importante del presente es el futuro: y por esto, no es lo que sabemos, es lo que podemos aprender. Cuidado con estos “recicladores” del pensamiento de los años ´70 porque podrían estar profundizando la pobreza.