En casi cualquier industria te enfrentarás con la tarea de explicar tu proyecto ya sea a tus clientes o tus jefes. De qué tanto esto dependerá en gran medida el éxito de tu negocio o que tu plan se lleve a cabo dentro de tu empresa. Por eso uno de los libros que más nos gustaron en 2013 es The Art of Explanation (El Arte de Explicar).
Explicar es una actividad que parece fácil hasta que tienes que hacerlo. Entre otras cosas es difícil porque si eres experto en el tema, lo conoces tan bien que para ti es muy sencillo. Sin embargo, y esta es la parte más difícil de aceptar y entender, el poco conocimiento o noción de las personas puede frustrar el más grande de tus intentos.
Lo primero que debes hacer cuando creas una explicación es no dar por hecho que la gente sabe o entiende de lo que estás hablando. De hecho, una buena explicación debería entenderse aunque sea la primera vez que una persona escucha del tema.
Por suerte, algunas personas tienen más conocimiento e interés por ciertas cosas. Si ellos quieren saber más sobre lo que tú tienes que decir, es tu oportunidad de hacer una gran explicación.
Lee LeFever, conocido por algunos de los videos explicativos más famosos en YouTube (qué es Dropbox y qué es Twitter), comienza su libro The Art of Explanation, explicando por qué su interés en crear un modelo sencillo para crear explicaciones.
Cuando él estudiaba, las matemáticas se le complicaron mucho, no porque no tuviera la capacidad para resolverlas, sino que no podía entender su funcionamiento.
Esto es algo que a muchas personas nos ha pasado alguna vez. La mayoría de las veces, quienes exponen un tema nos llenan de cómos y nos dan muy pocos por qués. Entender algo es más fácil si vemos la imagen completa y entendemos el por qué es importante y luego cómo se hace.
Para saber qué tan profunda debe ser tu explicación, LeFever propone una escala de la A a la Z en la que las personas con menos conocimientos se encuentran en la A y los más expertos en la Z.
Entre menos conozca una persona acerca del tema, se le debe dar más por qués que cómos. Al contrario, cuando es una persona que tiene un amplio conocimiento en el tema, el cómo debe ser mayor que el por qué.
Con el fin de crear una explicación que en realidad funcione. LeFever propone presentar la información en un paquete que la organice de la siguiente manera:
- Acuerdo. Para ganar la atención del espectador y su confianza es importante tener algo en común. Esto se logra iniciando la explicación con una frase con la que él y tú puedan estar de acuerdo.
- Contexto. Es la base sobre la que se construye una explicación y deja saber por qué debería importarles.
- Historia. Los datos duros son más difíciles de procesar que una historia. La narrativa de una historia puede hacer que el público se sienta identificado con lo que estás contando y ser el protagonista del problema que tratas de resolver.
- Conexión. Analogías y metáforas que explican un problema, proceso o situación de manera sencilla.
- Descripción. Es la parte más directa de la comunicación enfrentando el cómo y el por qué.
- Conclusión. Es el listón que envuelve el paquete, un resumen que le dice a la audiencia el siguiente acción que debe tomar.
El último paso para lograr una explicación exitosa es hacerla audiovisual. Lee LeFever fundó así Common Craft, un sistema con elementos muy sencillos para explicar temas muy complejos.