Uno de los principales obstáculos para resolver problemas de marketing o implementar una campaña online exitosa es lo que en Área llamamos la “mistificación” de lo digital.
El término digital se refiere a la forma en la que las computadoras y otros dispositivos electrónicos procesan la información. Realizan complejas operaciones mediante dígitos en código binario (unos y ceros) para darnos la impresión de que estamos viendo una foto, escribiendo un texto… o implementando una campaña de marketing en algún medio online.
Pero, si somos estrictos, todo eso que vemos en nuestras computadoras y que se transmite en Internet, no son sino representaciones de la realidad. Una realidad que es mucho más interesante y rica, y a la que podríamos llamar la “realidad analógica”.
Analógico es mejor
“Analógico” o “análogo” son términos que apuntan a que existe continuidad, a diferencia de “digital” que no es continuo sino discreto. Por ejemplo, los sonidos, las tonalidades de un color o los sabores son analógicos. Y, por cierto, “analógico” es una palabra que no se usaba antes de los 70’s para referirnos a nuestra realidad cotidiana.
Quienes afirman que las empresas “no entienden digital” (¡así dicen, en serio!) están incurriendo en una obviedad, porque lo que entendemos y percibimos en este mundo es una realidad analógica, no una realidad binaria digital de unos y ceros.
Por lo tanto, una verdadera estrategia de marketing no se enfoca en problemas de “digital”. La labor de la estrategia es la de resolver los problemas analógicos que obstaculizan la implantación de diversas tácticas, entre ellas las campañas del así llamado “marketing digital”, que no es sino marketing realizado en medios online.
Hay que notar que estos problemas rara vez tienen que ver con las campañas en AdWords, con Analytics, o con páginas de Facebook, con estrategias de SEO o con el sitio web.
Muchas veces tienen que ver con la relación de un director y su equipo con el resto del mundo, con sus expectativas acerca de su empresa, con sus objetivos personales y, con frecuencia, con temas mucho más personales, como su familia.
Por lo tanto, no es posible resolver el verdadero problema si el enfoque está en resolver “digital”. Se debe primero evaluar cuál es el principal problema que está obstaculizando la ejecución, y desactivarlo pronto.
Es entonces cuando podemos plantear una solución o una táctica que resuelva este primer problema complejo. El proceso debe repetirse, identificando el principal obstáculo que quede ahora y creando la táctica correspondiente, hasta resolver los problemas más graves.
Por favor, no te centres en lo digital. Basta con que imagines que el ser que piensa es el que puede pensar “digital”, pero quien es consciente y quien tiene control del ser que piensa es analógico.